Desde que aparecieron las primeras Redes Sociales nos hemos acostumbrado a que cada red social tenga una pequeña parte de nuestra vida y de nuestros datos.
Publicamos nuestras fotos personales en Instagram, comentamos noticias en Facebook, felicitamos los cumpleaños de nuestros amigos. En Twitter seguimos a políticos y hacemos retweets de lo que nos gusta y en linkedin tenemos nuestro perfil profesional.
Es lo normal. Siempre nos ha parecido que esta bien y la mayoría de nosotros no lo cuestionamos.
Nosotros aportamos contenido a la plataforma y a cambio obtenemos likes e incrementamos nuestro ego y nuestra Marca Personal en las Redes Sociales. No obtenemos ningún beneficio directo por crear una publicación y el contenido no es nuestro. Es de la plataforma. Hasta aquí todo normal.
Tenemos nuestra vida distribuida entre Facebook, Instagram, Twitter, Youtube, Linkedin, etc… Si lo pensamos detenidamente esto es un autentico caos. Te propongo un reto… Intenta descargar tus imagenes de Instagram y publícalas en otra red social manteniendo el timeline. Estas muerto. Tu información la puedes rescatar, ya sea en formato xml o en algún otro sistema poco amigable visualmente. Pero jamas se la podrás mostrar a la gente de una forma visualmente atractiva como lo hace Facebook o Instagram.
La información es valor. Nuestros datos tienen valor. Facebook e Instagram lo saben y nos invitan a postear y a subir imágenes. Cada vez somos más dependientes de ellos. Por cada imagen que subimos somos un poco más esclavos dependientes de estas empresas.
Si hacemos cálculos, cada imagen que subimos tiene un coste para la empresa, es un espacio minúsculo dentro de un disco duro en un servidor central, aunque este coste sea tan ridículo que necesites poner 10 ceros detrás de la coma para poder representarlo (0,00000000001$). Pero tiene un coste.
No existe la red social global, donde en un mismo espacio tengamos nuestro profile, nuestro feed de noticias, nuestros amigos y nuestros colegas de trabajo, donde subamos nuestros videos y tengamos todas nuestras fotos organizadas. Para cada cosa tenemos una red social optimizada para cada caso. Está bien si no lo piensas mucho. Pero en realidad es un caos.
Lo ideal era lo que se conocía como Web1 (La web antes del año 2000). Tu tenias tu página web o tu blog y ahí subías tus pensamientos en forma de entrada de blog o tus imágenes en formato de galería pero esto también generaba dos grandes problemas. El primero era que necesitabas configurar tu propio servidor o contratar un servidor compartido para mostrar tu vida a los demás (cosa que muy poca gente hacía) y el segundo problema es que a nadie le interesaba lo que tu escribías en el blog, porque acudir a tu blog requería un esfuerzo que muy poca gente estaba dispuesta a realizar (a excepción de tu madre que visitaba tu web cada día para ver si habías escrito algo).
Esta claro que tenemos un problema que se llama Web2, el cual es, principalmente, que nuestra información está repartida por diferentes corporaciones y por la cual no recibimos ningún ingreso y lo que es peor, nuestros datos están disponibles para el mejor postor. Y tenemos una solución que es la Web1 donde podemos alojar toda nuestra información en un servidor propio y pagar una cuota anual de 120$ y ser propietario de nuestra información y nuestros datos. Pero con el inconveniente de que el marcador de visitas de nuestra web no supera las 10 visitas mensuales (incluidas las visitas de tu madre.)
Y es aquí donde la Web3 pretende solucionar este problema (aunque para la inmensa mayoría de la gente no es un problema).
Nuestros datos en la Web3 no se encontrarán en un servidor de una empresa privada, sino que se encontrarán distribuidos mediante IPFS en servidores a lo largo del mundo y conectados en Red. Nuestra foto de las vacaciones en Formentera será un NFT registrado en la blockchain y la imagen visual estará alojada y distribuida mediante IPFS en los servidores de personas de todo el mundo.
Lo reconozco, la primera reacción es… Paso! Demasiado complicado. Yo me quedo como estoy… Esta bien. No tienes porque hacer el cambio de momento. Pero seguro que lo harás. Cuando tu influencer favorito abandone Instagram y mueva todos sus datos a una blockchain pública donde sus datos estén distribuidos a través de la red y tu puedas consumir esa información de la forma que quieras y con la plataforma que mejor te recompense. Si, has oido bien, la plataforma que mejor te pague.
Datos que estarán almacenados de forma criptográfica en la blockchain y serán totalmente públicos y por los cuales las nuevas empresas competirán por mostrártelos de la forma visual mas atractiva para que utilices su plataforma en vez de la de la competencia, pero además de eso la plataforma que utilices te pagará a tí. Te pagará en forma de tokens por usar su plataforma y esos tokens tendrán un valor real que podrás convertir en Euros para pagar tu cerveza el fin de semana o podrás convertirlos en otro token para que puedas utilizar otro servicio de otra plataforma diferente.
Tu información y tu atención deja de tener un valor cero y pasa a tener «algo» de valor. Recordáis esos 10 ceros detrás de la coma. Pues ese valor te corresponderá a tí. No es mucho, lo sé. Pero es valor al fin y al cabo.
Pero lo más increíble de esto es que el cambio ya está ocurriendo y la inmensa mayoría de la gente no se está enterando.
Y te voy a poner un ejemplo para que puedas comprobar la diferencia y entiendas lo que se viene con la Web3.
Pero primero voy a tratar de explicarte de la forma más sencilla posible qué es un NFT.
Un NFT es la propiedad de un activo digital. Por ejemplo, yo hago una fotografía del cumpleaños de mi hija y si la guardo en mi móvil es un simple JPG pero si yo esa fotografía la público (el nombre correcto es mintear) en una Blockchain pública estoy diciendo que yo soy el propietario de esa fotografía y ese JPG se ha convertido en un NFT en el cual yo soy propietario de ese NFT.
Si, lo sé, para una persona como tú y como yo no tiene mucho sentido de momento mintear (subir a la blockchain) la imagen del cumpleaños de nuestra hija, pero imagina que una empresa, un diseñador o un influencer lanza una nueva colección y registra su JPG dentro de la blockchain como un NFT. Ese JPG tiene un propietario (la persona que lo haya minteado), también tiene una fecha de publicación en la blockchain, se encuentra dentro de un bloque, es público, se puede trazar y es inmutable. Tú siempre podrás copiar y pegar ese JPG, pero el propietario original es la persona que lo subió a la blockchain.
Ocurre lo mismo con las propiedades del mundo real. La Mona Lisa la pintó Leonardo DaVinci y está en el museo del Louvre, Pero hay miles de copias repartidas por el mundo y todas son falsas. En el mundo virtual el NFT sería la Mona Lisa que está en el Louvre y todos los que hacen Ctrl-C, Ctrl-V de ese NFT son las copias falsas.
Vayamos ahora con el ejemplo y es aquí donde a la mayoría de la gente le suele estallar la cabeza por el cambio de modelo.
La mayor plataforma de compra-venta de NFTs se llama Opensea. Es una empresa que se creó a finales de 2017 y simplemente es un Marketplace donde se compran NFTs. Arte Digital, Coleccionables, Música, Fotografía, Dominios…
Esta empresa podríamos decir que es el Facebook de los NFTs, es la empresa mas grande y en el 2021 tuvo unos ingresos de 27 billones de dólares (y tu sin conocerla!).
Lo que hace Opensea es coger esos NFTs que la gente sube a la blockchain y te los muestra de una forma visual. Pero al mismo tiempo te permite darle un valor y poder comerciar con esos NFTs. Un Músico sube una nueva canción a la blockchain de Ethereum y le pone un precio de 1000$ en la plataforma de Opensea y su fan numero uno decide comprarla y ser el propietario de esa canción. Ok, el resto del mundo la puede escuchar pero solamente ese fan es el propietario de la canción. Así lo reconoce el autor y lo confirma la blockchain porque existe un registro. Lo mismo ocurre con un diseñador que crea unos coleccionables y la gente está dispuesta a pagar por esos coleccionables.
En cualquier momento, el fan numero uno que compró la canción por 1000$ se cansa de ser el fan numero uno y ese autor ha pasado a ser el numero uno mundial y esa canción es la canción mas escuchada del mundo. La canción original (como la mona lisa que está en Louvre) la posee el fan numero 1 pero ha decidido que la quiere vender y la pone a la venta por 100.000.000$ y el millonario de turno y fan numero 2 del autor decide comprar esa canción porque quiere ser el propietario de su «Mona Lisa» particular de ese autor.
Así es como funciona la plataforma de Opensea, ayuda a intercambiar activos digitales de propietarios. Pone en contacto al Autor con el primer comprador y este primer comprador puede vender la obra a otro comprador por mayor o menor precio. La plataforma Opensea se queda un 2,5% de cada transacción que se realiza dentro de la plataforma. Recordad que es el Facebook de los NFTs, ese 2,5% pasa a engrosar las arcas de la empresa. Pero a diferencia de Facebook que es propietario de tus datos, Opensea no es propietario de los datos, los datos se encuentran en la blockchain porque el autor del activo digital quien ha decidido subirlos a la blockchain para otorgarle un derecho de propiedad. Opensea solo te muestra esa imagen de forma visualmente bonita. Pero cualquiera puede mostrar esa imagen de forma visualmente bonita. Incluso cualquier empresa puede cobrar el porcentaje que quiera y hacer con ese porcentaje lo que le de la gana, incluso recompensar con ese 2,5% de comisión a cada uno de los poseedores de su Token. Y es aquí donde entramos en la Web3 y donde a la mayoría de la gente le explota la cabeza y no entiende nada.
La plataforma Looksrare vio la luz a finales del 2021 y ha venido a comerse los 27 billones de ingresos que tiene anualmente Opensea, pero los beneficios que obtengan de esos ingresos no se los van a quedar para ellos, lo que van a hacer es repartirlos entre todos los poseedores del token «Looks». Por cada coleccionable, canción o bien digital que se intercambie en su plataforma se cobra un 2,5% de gestión de la plataforma, pero a diferencia de Opensea, este 2,5% de comisión de la compra-venta se reparte de forma automática a todos los poseedores del token «Looks» y cuando digo automáticamente me refiero de forma instantánea. Estamos hablando de esa coma con sus 10 ceros detrás y puedes ver como tu cuenta de Looks va aumentando minuto a minuto. Incluso segundo a segundo. La forma más entendible para la mayoría es traducir los tokens como acciones de una empresa y las recompensas que vas recibiendo segundo a segundo serían los dividendos. El token Looks tiene un valor actual de 4$. Ha llegado a estar a 6$ y ha bajado hasta 2$.
El usuario ha pasado de ser un simple generador de contenido para que una empresa se beneficie de su valor a ser usuario y propietario de esa misma empresa gracias a poseer su Token «Looks» y recibir dividendos continuos de la empresa. Es un Circulo Virtuoso donde todos reman a favor de la empresa, tanto fundadores como usuarios porque todos se benefician de los buenos resultados de la empresa. La mayoría de estas empresas son Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAOs).
¿Te imaginas quienes son las personas que mas «Looks» poseen? Correcto, los creadores de la plataforma. Si tú como usuario ganas dinero yo, que soy el creador de la plataforma, ganaré mucho más dinero porque tengo muchos más tokens «Looks». Si el token Looks pasa de tener un valor de 4$ a tener un valor de 100$, yo que poseo 500 tokens Looks tendré 50.000$ pero si los creadores de la empresa tienen 100 millones de Tokens su valor sería de 10 mil millones… Win win!!. La cantidad de tokens Looks está limitado por código a mil millones de tokens.
Pero lo más increíble de todo esto no termina aquí. Si hasta ahora no te ha explotado la cabeza lo que te voy a contar seguro que lo hará.
La empresa Looksrare hizo uno de los mejores lanzamientos de la Web3. Realizó lo que se conoce en el mundo cripto como un Ataque Vampiro y que consiste en copiar el funcionamiento de una plataforma ya existente (en este caso Opensea) y ofrecer a todos sus usuarios una recompensa en forma de Tokens para que empiecen a utilizar la nueva plataforma (Looksrare).
Yo soy usuario de Opensea desde Febrero del 2021. He realizado varias compra-ventas de NFTs a través de la plataforma Opensea. Pero como hemos dicho, la plataforma solo es la fachada, los NFTs, los datos y los movimientos que he realizado son públicos y quedan registrados en la blockchain de Ethereum. Cualquier persona puede entrar a mi dirección de Ethereum y ver todos los NFTs que yo poseo. Es una red pública, descentralizada e inmutable.
Puedes ver la misma información en Opensea o en Looksrare, presentada de distinta forma pero el contenido es exactamente igual porque esta leyendo los datos de la blockchain de Ethereum. Lo que tiene valor es el contenido no el continente. Si vendo mis NFTs en Opensea solo recibo el cobro de la venta y me descuentan un 2,5% por la comisión de la venta. En Looksrare ocurre lo mismo pero ese 2,5% se distribuye a todos los poseedores del token Looks. ¿Te das cuenta de las posibilidades que tiene este nuevo modelo trasladado a cualquier marketplace? Si te dan a elegir, ¿donde venderías tus activos digitales?
¿Cual fue la jugada maestra de Looksrare? extraer de esa base de datos descentralizada la información de todos aquellos que hayan realizado alguna compra-venta de NFTs en la plataforma Opensea y ofrecerles de forma gratuita su token Looks. Es decir, yo el 10 Enero me despierto teniendo 400 Looks en mi wallet y esos 400 Looks en ese momento tenían un valor de mercado de 3$. El token look se puso en circulación pocos días antes y la gente empezó a especular y comprar. Las noticias corrieron como la pólvora en Twitter y en foros de noticias. La gente se volvió loca y empezó a comprar Tokens Looks, Algunos que los recibieron de forma gratuita los vendían al momento otros nos los guardábamos esperando un precio mayor, otros acumulaban más tokens, la ley de oferta y demanda consiguió que el valor del token subiese hasta los 6$ unos días después y al mismo tiempo que el valor subía yo seguía recibiendo mas Looks porque la gente empezaba a utilizar la nueva plataforma y por cada compra-venta de NFTs se distribuía el beneficio (el 2,5% de comisión de gestión) a los poseedores de Looks en forma de más Looks y un porcentaje también en ETH.
Los beneficios de la empresa se distribuyen segundo a segundo entre todos los poseedores de los tokens y lo mejor de todo es que puedes ver cómo ese cero con 10 decimales va incrementando cada vez que refrescas la página.
Todo aquel que tenga un economista camuflado dentro de sí empezará a dudar del sistema. ¿Como puede ser que una empresa decida regalar dinero a sus usuarios…? No tiene sentido… Los economistas mas talibanes pensarán que esto es obra del mismísimo diablo y que el capitalismo como lo conocemos está a punto de llegar a su fin… La verdad, no lo creo. Pero el ejemplo que he mostrado es solo uno de los muchos que están ocurriendo a día de hoy en la blockchain y en el mundo cripto. ¿Especulación? Sí, muchísima. Pero también un nuevo modelo de negocio totalmente disruptivo y que valora el contenido y al usuario por encima de todo y que repercute el valor que se crea en el mismo usuario. ¿Verdad que pinta bien la Web3?
El valor en la Web3 lo crearán las personas y se les recompensará a las personas por ese valor creado. Se les recompensará en forma de tokens por su atención cómo está haciendo el navegador Brave con su token BAT o cómo está haciendo la empresa Verasity con su token VRA por ver videos de Youtube y como están haciendo muchísimas otras empresas en todos los sectores digitales. Tu atención y tu información dejarán de ser el producto de unas pocas grandes empresas para ser el valor de una economía descentralizada donde cada «like», cada «retweet» o cada comentario será convertido en un NFT y quedará registrado en una blockchain pública descentralizada e inmutable. Ese 0,0000000001$ te corresponde a tí por dar ese «like».
Empresas como DESO y LENS están desarrollando el futuro de las redes sociales y solo es cuestión de tiempo que los usuarios se den cuenta del caos en el que han estado viviendo los últimos 15 años y empiecen a dar el salto a una red descentralizada donde los usuarios sean los propietarios y plataformas como Looksrare los motiven a utilizar su plataforma a base de participaciones y recompensas dentro de la misma plataforma.
¿Te imaginas cobrar por cada «like» que recibes? ¿Te imaginas cobrar por cada nuevo follower? ¿Y cobrar por cada anuncio que aparezca en tu timeline? Solo es cuestión de tiempo…
La Blockchain y las Criptomonedas no es una moda pasajera.